Hace más de cuatro mil años, según Herodoto y según confirma Diodoro Sículo, el asfalto se utilizaba en la construcción de los muros y torres de Babilonia, existían pozos de petróleo en Arderica (cerca de Babilonia) y una fuente de alquitrán en Zante (Islas Jónicas). Grandes cantidades se encontraban en las riberas del río Pinarus , uno de los afluentes del Eufrates. Tabletas del antiguoImperio Persa indican el uso de petróleo con fines medicinales y de iluminación en las clases altas de la sociedad.
El petróleo se explotaba en la antigua provincia romana de Dacia, actualmente Rumanía. Según Dioscórides el petróleo que flotaba en manantiales en Agrigento se utilizaba en lámparas en lugar deaceite de oliva.
Las primeras calles de Baghdad estaban pavimentadas con alquitrán, derivado del petróleo que se obtenía naturalmente de los campos de la región. En el siglo IX, se explotaban campos petrolíferosalrededor del moderno Baku, Azerbaijan. Estos campos fueron descritos por el geógrafo árabe Al-Masudi en el siglo X, y por Marco Polo en el siglo XIII, quien cuantificó la producción de los pozos como el cargamento de cientos de barcos. La destilación del petróleo fue descrita por el alquimista persa Muhammad ibn Zakarīya Rāzi (Rhazes). Sustancias químicas como el queroseno se obtuvieron en alambique (al-ambiq) para su uso en lámparas.Químicos árabes y persas también destilaron petróleo crudo con objeto de obtener productos inflamables para uso militar. A través de la España islámica, la destilación se dio a conocer en Europa Occidental en el siglo XII.
Recién en 1900, casi 50 años después de iniciada la fiebre petrolera en la costa este de Estados Unidos, el Medio Oriente entró en escena. Sus inicios fueron tímidos: el primero fue el Sha de Persia (Irán), quien provocó la ira de Rusia -que buscaba expandirse por Asia central, por lo que requería el control del Golfo Pérsico- al ofrecer concesiones petroleras a Gran Bretaña. El Sha consiguió un inversionista: William Knox D'Arcy, cuya fortuna provenía de las minas de oro de Australia y en cuyas fiestas solían estar artistas de la talla de Enrico Caruso. Pero después de tres años de excavaciones fracasadas, D'Arcy decidió buscar ayuda solicitando un préstamo de la Cancillería del Tesoro británica, el cual fue rechazado. Acudió entonces a la familia Rothschild, grupo empresarial francés, que ya había incursionado en el negocio petrolero ruso. El Foreign Office británico -al comprender que si Gran Bretaña no intervenía en Irán, sería Francia o Rusia- accedió a invertir. Si bien D'Arcy no llegó a ser el Rockefeller inglés, su alianza llegó a constituir la Anglo-Persian Oil Company, compañía predecesora de la actual British Petroleum.